TURISMO
Algunas pinceladas ...
Además de ajedrez, durante tu estancia en La Pobla de Lillet, puedes hacer muchas visitas y actividades. Antes de nada, echaremos una mirada a los alrededores del pueblo.
La región es un zona con ricos recursos naturales y esto les permite un desarrollo turístico que les está transfor- mando en una alternativa a la económica basada en la minería, la industria, la agricultura y la ganadería.
En esta recorrido, podemos descubrir un itinerario verdaderamente singular:
Comenzando en Guardiola de Berguedà, debes tomar la carretera B-402 y en unos pocos kilómetros, junto al Camping l'Espelt, verás una señal de tráfico indicando Mina de ¡"petróleo"!- realmente de alquitrán -, adaptada para ser visitada.
En el Km. 6 un desvío señalizado a la derecha te llevará a la Iglesia de Santa Cecilia de Riutort (siglo XI), ermita románica abandonada, de una sola nave de vuelta de cañón y con una cripta en su interior.
En el Km. 8 otro desvío conduce al Santuario de Falgàs (de "falgueres", hayas), situado en la cadena de su mis- mo nombre y a 1288 m. de altitud. Aunque tiene un origen románico, la actual iglesia fue levantada en los siglos XV y XVI. Se venera una imagen de alabastro gótico a la Mare de Déu, y el conjunto adyacente sirve como lugar de reunión para celebraciones de los habitantes de La Pobla. Hay también un área de recreo con un pozo (datado de 1561), mesas de picnic y lavabos.
De vuelta a la carretera principal B-402 y en dos Kms., exactamente en el Km. 10, se alcanza La Pobla de Lillet, población donde convergen los ríos Arija y el conocido Llobregat -recordemos que desemboca en la misma Barcelona-. En el centro de la villa, podemos caminar por sus tortuosas y estrechas callejuelas o admirar el elegante puente medieval "Pont Vell", románico (s.XIV, pero restaurado diversas veces) con un arco simple de medio punto.
La iglesia parroquial de Sta. Maria, que se encuentra exactamente en el centro del pueblo, ha experimentado muchos cambios hasta nuestros dias. Está decorada con vivos colores (por. ej en el Altar) y valiosas imágenes.
Desde el punto de vista artístico, las iglesias mas interesantes se hallan a dos Kms. de distancia en la carretera que nos lleva hacia Ripoll. La carretera de acceso, convenientemente señalizada, es una pista forestal que nos lleva directamente hacia el Monasterio de Sta. Maria. La existencia de una iglesia en este lugar está documentada en el año 901, pero no es hasta el 1086 que encontramos referencias a que viviese una comunidad monástica. El grupo principal del edificio está ahora en estado de ruina, pero se pueden reconocer alrededor del claustro las diferentes estancias o habitaciones. La iglesia tiene diversos rasgos poco usuales, posiblemente como resultado de sucesivas modificaciones. El claustro, claramente rústico, muy bonito, es de planta plana cuadrangular con cuatro arcadas por encima de cada galería.
A 150 metros de aquí, podemos dirigirnos a la "Rotonda" de Sant Miquel, iglesuela también románica, de planta circular -una de las dos existentes en toda Catalunya-, consagrada en el año 1000 y en un estado de conservación realmente admirable.
Mas arriba, podemos caminar y visitar el Castillo, un derruido refugio en la misma roca, del que solo queda una pared y donde los habitantes del Valle se guarnecían en caso de ataques.
(Nota: Para guía de visitas, preguntar en la Oficina de Información Turística del pueblo. ¡Es posible incluso conseguir la llave para acceder al interior del Monasterio¡)
Además de todo esto, puedes admirar algunas vistas maravillosas sobre todo el conjunto de la región, la Sierra de Catllaràs; cualquier sendero que tomes te adentrará a través de un bosque de pinos, robles o hayas y, como detalle curioso, en lo mas escondido de las cumbres puedes encontrar ejemplares de la Flor de las Nieves (Edelweiss), símbolo de la alta montaña de la comarca.
El pueblo tiene también docenas de fuentes de agua potable, siendo la mas famosa y turística la "Font del Bisbe"junto a un recodo, no fácil de encontrar, en la carretera de Sant Jaume de Frontanyà.
El agua del arroyo salta sobre la cornisa de una roca a una altitud de 12 metros, y agujerea sobre un extenso barranco a gran profundidad. Por debajo de la barbacana, se ha abierto una gran cavidad a causa de la erosión milenaria.
Quizás el mas conocido legado de La Pobla sea la estancia de Gaudí. La localidad es el segundo municipio con mas obras del famoso arquitecto (¡ sólo por detrás de Barcelona!):
CHALET DE CATLLARÀS: El conocimiento de que este albergue de montaña es una obra de Gaudí es reciente, pero actualmente su autoría es generalmente aceptada. La razón fue la de construir una vivienda para los técnicos y otro personal que trabajaba en las cercanas minas de carbón, y así, se esco gió un entorno natural rodeado de campos de cultivo y dehesa naturales, sin bosque, que permitía una amplia visión sobre el entorno de una gran belleza paisajística. La construcción se inició en 1902 y se desarrolló en dos fases teniendo en cuenta las desfavorables condiciones climáticas, con inviernos muy duros. Sucesivas alteraciones llevaron al edificio hacia nuevas aplicaciones, así igualmente, se sus- tuyeron las escaleras, el recubrimiento inicial de la fachada y el interior.
En el diseño original se trataba de un edificio de tres plantas con dos viviendas por planta (total, seis) La estructura tiene forma de bóveda de cañón con vertientes que forman las fachadas con algunas aperturas en forma de mansarda, cerrada a ambos lados por dos paredes verticales con pocas abertu- ras y un saliente en la planta superior de cada una, que contenía los servicios. Inicialmente, la base de la cubierta estaba recubierta por un zócalo hecho con guijarros de río, y posteriormente tapado con cemento; también estaba coronada por una divisoria entre vertientes decoradas con piedras de río. Es remarcable la perfecta unión entre esta cubierta y los cuerpos de la escalera (ésta última, hoy en dia derruida).
En el año 1932 el chalet fue cedido al Ayuntamiento de La Pobla de Lillet, y a partir de 1971 se le adaptó para su nueva función como campo de colonias de vacaciones.
JARDINES ARTIGAS: Desgraciadamente, los bocetos originales no nos han llegado, pero sabemos que los jardines fueron encargados a Gaudí por la familia Artigas durante una de las estancias del ar- quitecto para seguir la evolución de las obras de construcción del chalet de Catllaràs. Las obras se pro- longaron desde 1903 hasta 1910, pero desde el final de las mismas los jardines, como es lógico, pasa- ron por numerosas vicisitudes históricas. El renacimiento no llegó hasta 1983, cuando el alcalde de La Pobla y los propietarios del lugar firmaron un acuerdo de cesión para uso público por un periodo de 25 años. En 1992 comenzaron los trabajos de restauración respetando la idea inicial de Gaudí, reha- ciendo todas las esculturas y aplicando nuevas técnicas donde era necesario, como por ej. en las barandillas, sustituyendo las mallas metálicas del interior que provocaban problemas de oxidación, por mallas plásticas.
La primera sensa-ción que puede observarse es que los jardines son realmente muy húmedos. Están atrave-sados por el río Llobregat, tienen una fuente, y se encuentran en un lugar montañoso. En contrapo-sición al Parc Güell de Barcelona, los Jardines Artigas son de un tipo naturalista, con pocas flores, salvo las naturales de su zona y con una exuberante vegetación natural. Muestra una sobriedad de colorido debido a la utilización de materiales naturales propios del lugar, sobre todo la piedra natural ro- callosa; por esta razón, los colores predominantes son el marrón de la piedra y el verde de la vegetación.
El sitio mas conocido es la "Fuente de la Magnesia" -denominación inicial que designaba a los jardines-.
Esta cueva artificial fue construida con grandes piedras de río, tiene dos entradas y dos pequeñas aberturas desde las que se puede ver el mismo. Un banco de la misma piedra recorre las sinuosas paredes de la cueva y permite disfrutar del fresco y el rumor del agua, sobre todo durante la primavera y el verano en que la temperatura es mas agradable.
En el nivel superior, llegamos al Puente inclinado con escalera enmarcada por dos grandes jardineras de piedra que nos permite cruzar el Llobregat y subir hasta una sucesión de pequeñas plataformas con barandillas de cemento imitando troncos, que realizan las funciones de lugares de descanso y mirador, una estatua de piedra pequeña que representa un águila y algo mas arriba una glorieta. Pasada la glorieta, un camino nos permite ir subiendo entre jardineras de original diseño con formas retorcidas y construidas con piedra pequeña empotrada en cemento (como el águila), hasta un original arco de ce mento imitando la madera. A partir de aquí, empieza la bajada por un largo camino en zig-zag que nos hace bajar agradablemente hasta el nivel que hemos iniciado la visita, pero no sin antes haber pasado por un mirador con una mesa y tres bancos, uno mas grande apoyado en la pared y dos mas pequeños a ambos lados de una mesa desde donde se puede disfrutar de una vista sobre el cercano Puente de los Arcos.
Esta es quizás la construcción mas importante del jardín, y no sólo nos muestra su curiosa estructura de cinco arcos de piedra rocallosa en sentido longitudinal y transversal, sino que además, a la entrada encontramos las figuras de un hombre y una mujer con un cesto en la cabeza. Las caras y manos de es tas figuras son una aportación hecha durante la restauración -obra del escultor Ramón Mollet-, que ya existían antes, pero hecha con piedra rústica no esculpida. Junto a la mujer del cesto hay una escalera con una madera imitando a una barandilla de cemento, que nos lleva a una pequeña plaza bajo el puente.
Por supuesto, hay otras actividades para distraerse:
Por ej., darse para uno mismo unos dias de relax. Los mejores especialistas en masajes y estética de La Pobla te ofrecen la posibilidad de disfrutar servicios tales como masajes corporales, "Shiatsu" capilar, reflexologia de pies, sauna, solarium y manicura, entre otras opciones.
También durante tu estancia te sugerimos tres sitios donde poder aspirar aire puro de montaña, uno a través de la Sierra de Catllaràs que conocerás viajando en 4x4, o bien visitando los Museos del Transporte y de la antigua fábrica de cemento Asland, ambos en una llanura rodeados de bosque.
Saborea los productos agrícolas del Valle de Lillet a través de su cocina hogareña en varios hostales y casas de comidas excelentes, compra embutidos típicos, "mató", mermelada o miel en varias conocidas tiendas que cualquier habitante te indicará.
Escucha música y charla de ajedrez con tus amigos y con uno de los co-organizadores del Torneo en el pub local Gatim's (y habrás jugado ¡ TU MEJOR MOVIMIENTO !).
Finalmente, coge el coche y admira el nacimiento del río Llobregat (en Castellar de N'Hug). Lejos del ruido y del humo de las chimeneas, descubrirás un río de una naturaleza salvaje: su fuente es una explosión de vida.
No olvidarás fácilmente las vacaciones en LA POBLA DE LILLET. Como se ha enfatizado en la introducción:
¡ Sin duda, volverás a repetir ¡
Autor: Alejandro Melchor